“Dejad
al mundo mejor de como lo encontrasteis” (Baden Powell)
El Escultismo es un movimiento educativo
para los Jóvenes, de carácter voluntario, no político, abierto a todos sin
distinción, conforme a los fines, principios y método tal como fueran concebidos
por su fundador Lord Badén Powell.
El desarrollo de la escala de valores de
un individuo tiene lugar mayormente en la niñez, la adolescencia y la juventud.
El Escultismo se ocupa de lograr que cada joven adopte una escala de valores y
genere una confianza en sí mismo que le permita no solo defenderla en toda
circunstancia sino liderar a sus pares en diversos contextos.
Fines y objetivos del Movimiento Scout:
El movimiento Scout tiene por fin
contribuir al desarrollo de los jóvenes ayudándoles a realizar plenamente sus
posibilidades físicas, intelectuales y espirituales como persona, como
ciudadano responsable, y como miembro de comunidad local, nacional e
internacional.
El objetivo del Movimiento Scout es
proveer oportunidades para desarrollar aquellas cualidades del carácter que
convierten a un buen ciudadano en un hombre de Honor, auto disciplinado y
relativamente autosuficiente, dispuesto y preparado para servir a la comunidad.
El escultismo complementa la educación
escolar y familiar, abarcando áreas no comprendidas en esos ámbitos. El
escultismo desarrolla el conocimiento de uno mismo, la necesidad de explorar,
de descubrir, el deseo de aprender
Antecedentes del Movimiento Scout:
El Escultismo nació a principios del siglo
XX a partir de una idea de Lord Robert Stephenson Smyth Baden Powell, un
General Inglés que había luchado en la guerra de los boers en Sudáfrica y en la
India. Él había observado cómo los jóvenes eran importantes para las
exploraciones de avanzada de sus cuerpos de milicia y decidió redactar sus
consejos para estos scouts en una obra que llamó Aids to Scouting (Ayudas para
la Exploración), este libro, diseñado originalmente para militares, comenzó a
llamar la atención de muchos niños en edad escolar, por lo que resolvió armar
una propuesta a la medida de la edad de ellos y publicó, en fascículos
quincenales, la primera versión de Scouting for Boys (Escultismo para
Muchachos). La obra fue todo un éxito y, en 1908, se realizó el primer
campamento scout en la isla de Brownsea.
El escritor francés Roger Peyrefitte
declara que: “los boy scouts surgieron de la masonería, porque Baden Powell era
masón. Soñó, según lo escribió, con hacer convivir en buena armonía “a hijos de
duques e hijos de criados”. Por cierto, “la Iglesia, antes de apoderarse del
escultismo, se opuso a él encarnizadamente”.
En su reciente libro “La masonería”
(1998), el investigador argentino Emilio J. Corbière afirma que: “En el siglo
XX, los masones alentaron importantes organismos deportivos, pacifistas o
enderezados a internacionalizar las regiones y el mundo entero bajo el signo de
la paz. No era una globalización disgregadora y destructiva de la persona
humana sino a partir de los individuos y de las sociedades detrás de valores
éticos y humanistas.
El masón suizo Henry Dunant creó la Cruz
Roja Internacional (…) Robert Baden Powell fundó el Movimiento Scout, laico y
pionero, en tanto que otro masón, Pierre de Coubertin refundó los Juegos
Olímpicos”.
El duque de Connaught:
Dentro de la familia real británica, el
duque de Connaught fue quien más influyó en la personalidad del fundador del
escultismo. Este príncipe era el tercer hijo de la Reina Victoria (Príncipe
Arthur) y conoció a Baden Powell en el año 1883 en la India, donde practicaron
juntos la cacería de jabalí con lanza. Pocos años más tarde, BP dedicaría su
libro “Pigsticking or hoghunting” al duque, “el primer príncipe de sangre real
que haya recibido una primera lanza”.
En 1906, el duque de Connaught era
Inspector General del Ejército inglés y en este carácter nombró a BP como
Inspector General de Caballería en África del Sur. La amistad de ambos fue en
aumento y tras la creación del Movimiento Scout, BP nombra en 1913 al duque
como Presidente de la Asociación Scout de Gran Bretaña. Es conocida la
fotografía de estos dos viejos amigos dando inicio al tercer jamboree mundial,
en Arrowe Park (1929).
La devoción de BP al duque fue tal que
bautizó a su primer hijo Arthur Robert Peter (por el duque, por su padre y por
el personaje “Peter Pan”).
Se supone que fue el duque de Connaught
quien inició a Baden Powell en los misterios de la Hermandad masónica, ya que
él era el Gran Maestro de la Gran Logia Unida de Inglaterra. Había sido
iniciado en 1874 en la Logia “Príncipe de Gales” Nº 259, y en 1886 se convirtió
en el Gran Maestro provincial de Sussex.
Es muy significativo que la misma persona
haya sido Presidente de los scouts de Inglaterra y al mismo tiempo Gran Maestro
de los masones de ese país.
Los Reyes de Inglaterra:
Uno de los principales impulsores del
escultismo fue el Rey de Inglaterra, Eduardo VII, que nombró a BP “Comendador
de la Orden del Baño” en 1909. Por su apoyo incondicional a la causa scout, se
dispuso que aquellos muchachos que se distinguieran por su eficiencia serían
nombrados “Scouts del Rey”.
Eduardo VII había sido iniciado en la
Masonería de Estocolmo por el Rey de Suecia, Carlos XV, en 1868. En Inglaterra,
actuó como Venerable en la Logia “Príncipe de Gales” Nº 259, donde inició a su
hermano, el duque de Connaught.
El Rey Jorge VI, por su parte, fu iniciado
masónicamente en diciembre de 1919 en el seno de una logia de oficiales de la
marina. A los cuatro años de haber sido iniciado ocupó el cargo de Venerable
Maestro. El 25 de abril de 1925 el duque de Connaught lo designa “Gran Primer
Vigilante” de la Logia Unida de Inglaterra.
Fruto de la estrecha relación de BP con
este monarca, fue la condecoración de BP con la Orden del Mérito en 1937.
Rudyard Kipling:
Baden Powell conoció a Rudyard Kipling en
África del Sur, en el año 1906. Un par de años más tarde, cuando BP escribió su
obra “Escultismo para muchachos” dedicó un buen espacio al personaje de Kipling
conocido como “Kim”. Kimbal O´Hara era un muchacho huérfano que vivía en la
India y que era hijo de un masón inglés, según revela la propia obra de Kipling
en su primer capítulo.
En 1914, cuando BP intentaba crear una
unidad para los hermanos pequeños de los scouts de tropa, decidió utilizar el
libro de Kipling “Jungle Books” para modelar una nueva mística inspirada en
Mowgli. Pidió la autorización al autor y dice BP que éste “era un buen amigo
del escultismo desde sus días iniciales, autor de la canción oficial de los boy
scouts y padre de un scout”.
Es interesante el nombre elegido para
estos niños: “lobato” o “cub scout”, siendo conocido el nombre que los masones
dan a los niños “adoptados” por la Hermandad: lobatón o lobezno. En la foto
adjunta vemos a un lobatón español con su mandil masónico.
Según Clavel (autor masónico), el nombre
lobatón es muy antiguo y revela que en el antiguo Egipto los iniciados en los
misterios de Isis se colocaban una máscara con la efigie de un lobo dorado. Los
iniciados de Isis recibían el nombre de “chacales” o “lobos”.
El Lobatismo brinda una Promesa, acto que
convierte al niño en un miembro de la Hermandad Scout; tal promesa les ayudará
a desarrollar un sentido de auto-realización, de espiritualidad, lealtad,
obediencia, a no ser egoísta y a servir a los demás. Los Principios expresados
en la Promesa y la Ley de la Manada, proporcionan la base sobre la cual cada
niño trabaja hacia un logro de metas. Para lograr un progreso, no hay tiempo
determinado ni definido. Las palabras en que se expresan la Promesa y la Ley
son simples y fáciles de entender, en la medida que el niño crece y madura
estas palabras asumirán un significado más profundo, pues de ellas emanan
valores éticos y morales, lo que dará a cada niño un futuro mejor. Cuando
enseñamos a los niños el “deber al prójimo” estamos desarrollando virtudes de
hermandad, fraternidad, respeto, compañerismo.
Masónicamente, Kipling se inició en la
logia “Hope and Perseverance” Nº 782 de Lahore, Punjab (India) y a su regreso a
Inglaterra trabajó en la “Mother Lodge Nº 3861″ de Londres. Su más célebre
creación masónica es el poema “Logia Madre” (1896): “Tras la puerta cerrada de
la estancia en que se unen el Templo y el Taller todo lo han nivelado la
escuadra y la plomada. Rangos y vanidades han de quedarse afuera. ¡A la orden
del aprendiz!…Llamemos y adelante… Y entrábamos a la Logia… la Logia donde yo
era Segundo Vigilante (…) El Cuadro se reunía en tenida mensual y, a veces, en
banquete fraternal cuando alguno partía. Entonces se solía hablar de nuestra
patria, de Dios Mas, cada cual, opinaba de Dios según lo comprendía. Hablaban
todos pero nadie había que rompiese los lazos fraternales hasta oír que los
pájaros, dejando sus nidales, cantaban a la luz del nuevo día que lavaba la
escarcha de los cristales. Tornábamos a casa conmovidos y, cuando el sol en el
Oriente asoma, nos íbamos quedando adormecidos pensando en Shiva, en Cristo y
en Mahoma (…) Recordando a mi Logia tengo ganas de volver a estrechar con
fuerza la mano de mis hermanos blancos y de aquel otro hermano de color que
llegaba de tierras africanas. Poder entrar de nuevo al Templo pobre de mi Logia
materna, a la estancia desnuda de aquella casa vieja, abierta sobre la calle
antigua, solitaria y muda. Oir al Guardián del templo adormecido, anunciar mi llegada
y mirarme delante de aquel mi Venerable, del que he sido Segundo Vigilante”.
Estas tres personas, de notable influencia
en BP pertenecían a la Orden Masónica, pero en otros países el impulso
fundacional del escultismo estuvo dirigido por masones. En Francia, el barón
Pierre de Coubertin fue uno de los principales gestores de los “Eclaireurs”,
mientras que en EE.UU. existieron dos grandes hombres que colaboraron en la
creación de los “Boy Scouts of America”: Ernest Thompson Seton (Jefe Scout
Nacional) y Daniel Carter Beard (Comisionado Scout Nacional), éste último
reconocido francmasón que fue iniciado en la Logia “Mariner´s” Nro 67 de Nueva
York (NY) y más tarde se afilió a la Logia “Cornupia” Nro 563 de Flushing (NY).
Existe una condecoración masónica que lleva su nombre para los Boy Scouts of
America.
Según William Hillcourt, dos presidentes
norteamericanos colaboraron activamente con la obra de Baden Powell. Uno de
ellos, Theodore Roosevelt, es citado en el libro “Escultismo para muchachos”
donde afirma ser “partidario de los juegos al aire libre, pues por lo que no
siento simpatía alguna es por ese sentimiento erróneo que mantiene a los
jóvenes entre algodones. El hombre acostumbrado a la vida al aire libre es
siempre el vencedor en la lucha por la vida”.
Roosevelt fue nombrado vicepresidente
honorario de los “Boy Scouts of America” al ser fundada esta institución. En su
agitada vida masónica, fue iniciado en la Logia “Matinecock Nº 806″ de Oyster
Bay (Nueva York), siendo un portavoz masónico en todo el mundo.
El otro presidente que abogó por la causa
del escultismo fue William Taft, que se entrevistó con el Jefe Scout Mundial en
1912, prometiéndole total apoyo en la difusión de la organización en los
Estados Unidos. Taft fue iniciado en 1909 en la ciudad de Cincinnati (Ohio) y
se hizo fotografiar en varias oportunidades con el mandil masónico que
perteneciera a George Washington.
Algunas similitudes entre masonería y
Scouts:
a) La promesa scout como una iniciación
del aspirante (profano) en iniciado.
b) Uso y reiteración del número 3. En el
escultismo existen tres principios y tres virtudes, mientras que en la
masonería se habla de las tres luces y las tres luces menores. Los scouts
poseen tres grados de adelanto (Tercera, Segunda y Primera Clase), mientras que
en la masonería existen los tres grados simbólicos: aprendiz, compañero y
maestro.
c) Los scouts y los masones estrechan la
mano de una manera especial y simbólica.
d) Es significativo del uso del término
“lobatos” (como ya dijimos) y toda una mística inspirada en un libro de neto
contenido masónico, al igual que “Kim”.
e) La ayuda al prójimo es una
particularidad de ambas instituciones.
f) Se utiliza el término “Hermano Scout” o
“Hermano Masón”, dando a entender la existencia de una Hermandad Mundial.
g) La cadena fraternal (las manos
enlazadas) existe en las dos organizaciones en algunos momentos trascendentes.
Dijo Baden Powell en un Congreso de
Scouters celebrado en París en el año 1922: “El Movimiento scout representa una
unión mundial de socorro fraternal, una asociación universal de amistad que no
se detiene en las fronteras. Educados en la comprensión de que las naciones son
hermanas, de que forman parte de una gran familia humana cuyos miembros deben
ayudarse y comprenderse mutuamente , los jóvenes ciudadanos y ciudadanas de
todas las naciones cesarán de mirarse como rivales y no alimentarán más que
pensamientos de amistad y de estimación mutuas”.
Esa vieja idea de cosmopolitismo es
netamente masónica. Boucher afirmaba que “La patria del masón es la Tierra
entera y no sólo el lugar donde ha nacido o se ha desarrollado. "
Publicado vía blog El Gran Engaño.
Publicado vía blog El Gran Engaño.
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